jueves, 28 de octubre de 2010

Personaje

El sol, implacable, pegaba desde arriba sobre los 23 cuerpos que a esa hora se disponían a comenzar el partido en la cancha del Colegio Calasanz. Entre esos estaba el profe "lucho", quien en toda la mitad, con el pito en una mano y las tarjetas en la otra, no tuvo más remedio, segundos antes de dar comienzo al juego, que contestar con desparpajo ante el asombro de un ex-alumno que al verlo le dijo:
- Oiste lucho, vos todavía por acá, ¡no jodás!
- Sí hermano... condenado a vivir feliz.

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